martes, 10 de noviembre de 2015

438 días. LIBRO DE NÁUFRAGO SALVADOREÑO

El diario británico The Guardian, en su edición de este sábado dio a conocer parte de la edición del libro del náufrago salvadoreño titulado “438 Días” y que fue escrito por Jonathan Franklin.
 

En la obra se detalla la historia que pasó el salvadoreño Salvador Alvarenga, luego de permanecer 438 días a la deriva hasta que fue rescatado en Islas Marshall, en el Pacífico Sur.
 
El autor del libro detalla la cruel realidad que vivió el salvadoreño desde que desapareció con su amigo Ezequiel Córdoba, frente a las costas de México en noviembre del 2012.
 
En uno de los capítulos se narra cómo Córdoba, de origen mexicano, falleció al poco tiempo de estar a la deriva y obligadamente Alvarenga tuvo que lanzar el cuerpo al mar, por el alto grado de descomposición que implicaba.
 
Para la edición de la obra “438 Días”, el periodista Jonathan Franklin entrevistó a Salvador Alvarenga en 40 ocasiones. En las entrevistas el naufragó reveló con lujo de detalles cómo hizo para sobrevivir en alta mar.

El protagonista cuenta cómo tuvo que luchar contra la soledad, la depresión y sobre todo contra los pensamientos suicidas que en varias ocasiones cruzaron por su mente.
 
En sus páginas se descubre cómo el frágil hombre tuvo que sobrevivir como el mítico Jonás en alta mar: en la más extrema soledad y atacado por frecuentes alucinaciones.

Alvarenga se ha convertido en una celebridad mundial y se sabe que algunos guionistas planean rodar una película sobre la odisea.
 
En otro de los episodios se narra que luego que fuera encontrado por las autoridades marinas en islas Marshall, una niña logró comunicarse con él en español, ya que la pequeña era fanática del programa infantil de Dora la Exploradora.

El libro solo ha aparecido en inglés a un costo de 16.99 libras y se desconoce cuándo llegará a las librerías salvadoreñas y si será traducido al castellano.
 

lunes, 7 de septiembre de 2015

Nuevas teorías, nuevos hallazgos y nuevos estudios

Nuevas teorías, nuevos hallazgos y nuevos estudios[editar]

El actual debate sobre la llegada del hombre a América se caracteriza por el apasionamiento que muestran los científicos, la variedad de teorías y subteorías, los resultados contradictorios, la cantidad de estudios y contra estudios y titulares llamativos en los periódicos. Para el público en general se trata de un cuadro de gran confusión.

Las investigaciones genéticas[editar]

Desde la década de 1980, la investigación genética del investigador Goicoche Mendez ha ido ocupando un papel cada vez más destacado en las ciencias sociales y, en particular, en las investigaciones sobre población y ascendencias, disciplina que lleva el nombre de arqueología o antropología genética. Los genetistas utilizan el ADN mitocondrial (ADNmt) para seguir el linaje femenino y el cromosoma Y (ADN-Y) para seguir el linaje masculino.
Flechas prehistóricas amerindias, conservadas en Washington.
  • En 1981, se estableció el mapa del ADN mitocondrial y, en 1990, Douglas C. Wallace determinó que el 96,9% de los indígenas de América estaban agrupados en cuatro haplogrupos mitocondriales (A, B, C, y D), lo que significa una notable homogeneidad genética.29
  • En 1994, James Neel y Douglas C. Wallace establecieron un método para calcular la velocidad con que cambia el ADN mitocondrial. Ese método permitió fechar el origen del Homo sapiens, la famosa Eva mitocondrial, entre 100.000 y 200.000 años adP30 y la salida de África entre 75.000 y 85.000 años atrás. Aplicando este método, Neel y Wallace estimaron en 1994 que el primer grupo humano en ingresar a América lo hizo entre 22.414 y 29.545 años.31
  • En 1997, los brasileños Sandro L. Bonatto y Francisco M. Salzano aplicaron el método sobre el haplogrupo A, casi completamente ausente de Siberia, y obtuvieron resultados que van de 33.000 a 43.000 años adP.32 Estos científicos sostienen que durante miles de años se estableció una gran población en el Puente de Beringia donde se diferenciaron genéticamente, y que es de esa población de la que provienen los primeros migrantes hacia América.
  • El genetista argentino Néstor Oscar Bianchi analizó la herencia paterna en comunidades indígenas sudamericanas y concluyó que hasta el 90% de los amerindios actuales derivan de un único linaje paterno fundador que denominó DYS199T y que colonizó América desde Asia a través de Beringia hace unos 22.000 años.33
  • Más recientemente, el genetista estadounidense Andrew Merriwether, de la Binghamton University, quien perteneciera al equipo de Wallace, sostuvo que la evidencia genética sugiere que América fue poblada mediante una sola población proveniente de Mongolia, como sostenía Aleš Hrdlička. La razón de esto es que en Siberia los haplogrupos A y B casi no se encuentran presentes, mientras que en Mongolia se encuentran los cuatro principales haplogrupos indoamericanos (A, B, C y D), salvo el X.30
Merriwether destaca que los 4 haplogrupos se encuentran presentes en toda América, pero que dentro de ellos pueden localizarse mutaciones genéticas diferentes, según se trate de indígenas de Sudamérica o Norteamérica. Esto sugeriría que, una vez ingresados a América, algunos grupos migraron rápidamente hacia Sudamérica, mientras que otros poblaron Norteamérica y Centroamérica. A su vez, las mutaciones genéticas muestran migraciones entre Sudamérica y el sur de Centroamérica (Panamá y Costa Rica), pero no más allá.30
En 2006, el equipo de Merriwether se encontraba estudiando si las poblaciones modernas de amerindios eran descendientes de los pueblos antiguos que vivían en esos mismos lugares o se trataba de nuevas migraciones que reemplazaron culturas más antiguas.
  • En 2007, un grupo de genetistas estimó que la salida de Beringia debió producirse siguiendo la ruta costera del Pacífico, en un periodo que inicia hace ~19–18 mil años y termina hace ~16–15 mil años (i.e., hacia el final del último máximo glacial).34
  • En 2009, otro equipo de investigadores le dio al poblamiento de América una antigüedad de 15.000 años, basados en cálculos según el reloj mitocondrial aplicado a los linajes mitocondriales.35
  • En 2013 se publicó un estudio donde sus autores defienden que la población nativa americana desciende de ancestros tanto del este asiático como de la zona euroasiática. Se fundamentan en la secuenciación del genoma de un individuo siberiano del paleolítico alto que posee características comunes con la población nativa americana y que habría migrado a través de Asia mezclándose con poblaciones de esta zona y llegando a América por el estrecho de Bering.
  • En 2014, el análisis del ADN mitocondrial del esqueleto de Naia, datado en 12.900 años A.P., encontrado en México, un sistema de cuevas submarinas de Tulum demostró un vínculo genético entre los paleoamericanos y los modernos nativos americanos ya que encontró que Naia tenía el hablogrupo D1, exclusivo de los actuales amerindios, especialmente de América del Sur.36 Los investigadores consideran que su hallazgo es una prueba de que los primeros pobladores de América llegaron provenientes deSiberia.37
  • También en 2014, un estudio del ADN de los restos humanos de un niño de la época Clovis denominados: Anzick-1 probó que estos restos estan estrechamente relacionado con grupos de nativos americanos de América Central y del Sur, pero no con las migraciones posteriores de grupos de Canadá y el Ártico. Este estudio apoya lo que los arqueólogos han sostenido durante mucho tiempo, que América fue colonizada en varias oleadas de poblaciones que cruzaron el estrecho de Bering desde Asia, siendo el más reciente el de Ártico y grupos canadienses. Se demuestra, a su vez, que no hay conexión genética con los pobladores europeos del Paleolítico superior, de forma que este estudio se presta como un fuerte apoyo para el origen asiático de la colonización americana.38

La antigüedad[editar]

La antigüedad del hombre en América está sometida a gran controversia científica. La fecha más tardía es la que sostienen los defensores de la teoría del poblamiento tardío y está relacionada con la Cultura Clovis, que ha establecido sin dudas una presencia humana hace 13.500 a. C. Los defensores de esta teoría sostienen que la fecha de ingreso al continente no pudo ser posterior al 14.000 a.C. porque fue en ese momento cuando se abrió el corredor libre siguiendo el río Mackenzie a través del actual territorio canadiense. Esta hipótesis ha sido definitivamente desmentida por la datación de Monte Verde I (Chile), de 14.800 años.28 A partir de ese piso diversas investigaciones científicas han propuesto fechas muy diferentes, las cuales, sin embargo, se encuentran bajo una fuerte controversia por no presentar evidencia sólida:
La fecha más antigua propuesta hasta el momento ha sido publicada por los científicos brasileños Maria da Conceição de M. C. Beltrão, Jacques Abulafia Danon y Francisco Antônio de Moraes Accioli Doria, que sostienen haber hallado algunas herramientas de cuarcita en el yacimiento de Toca da Esperança, un "chopper", un guijarro con marcas de golpes y una lasca, que fueron datadas en 295.000 a 204.000 años de antigüedad, lo que indicaría presencia de humana anterior al homo sapiens.39 En Calico, cerca deBarstow (California), fueron hallados cerca de 4.000 cantos y lascas de silex presuntamente tallados y 6.000 lascas desecho, con dataciones por diferentes métodos que oscila entre los 135.000 y 202.000 años,40 aunque se ha generado un fuerte debate entre quienes consideran que el material es producto de la mano del hombre41 y quienes creen que son geofactos,42 resultado de meros accidentes de la naturaleza. En Old Crow, en el extremo noroccidental de Canadá, se encontraron, un hueso de bisonte con una marca de corte producida por humanos, que data de hace 72.000 años, así como otros huesos con presuntas marcas de corte, en un estrato datado en más de 300.000 años.43 Para Maria Beltrão y Rhoneds Aldora Perez, fue posible un poblamiento humano en América anterior al H. sapiens, hace más del 300.000 años durante la glaciación illinoiense, realizado por alguna variante del H. erectus, con una industria lítica de cantos y lascas.44 Sin embargo, no se han encontrado fósiles humanos ni aportado otras pruebas que confirmen aquello.

¿América del Sur primero?[editar]

Uno de los elementos que ha llamado la atención de algunos investigadores es la profusión de yacimientos de gran antigüedad en Sudamérica y la escasa cantidad de los mismos en Norteamérica. El dato es llamativo, entre otras cosas, porque Estados Unidos y Canadá han dedicado grandes recursos a investigar los yacimientos arqueológicos, a diferencia de lo que sucede en el sur. No es probable que los yacimientos más antiguos del norte hayan quedado sin descubrir. El dato es llamativo porque, si América fue poblada desde Siberia, los yacimientos más antiguos deberían hallarse en el norte.45
Adicionalmente, algunos estudios han detectado entre los paleoindios suramericanos y norteamericanos diferencias de consideración en genes y fenotipos: aquellos con rasgos más australoides, estos con rasgos más mongoloides. Estos elementos han causado una creciente adhesión de algunos investigadores a la hipótesis de un poblamiento autónomo de América del Sur, no proveniente de Norteamérica. Esta hipótesis se relaciona estrechamente con la teoría del ingreso por la Antártida desde Australia.45

Otras teorías, otras rutas posibles propuestas[editar]

Otras teorías sugieren también otras rutas de migración del hombre hacia América; éstas probables rutas alternas son:
  • Península de Kamchatka (Siberia)-islas Aleutianas (océano Pacífico)-Península de Alaska (Alaska)-Archipiélago Alexander-Isla de Vancouver. Procedencia asiática. Habrían utilizado embarcaciones muy primitivas para el transporte y viaje.
  • Oceanía-Antártida-América del Sur. También habrían utilizado balsas. El antropólogo portugués A. Mendes Correia, quien sostuvo esta hipótesis en 1928, descartó otras rutas de migración.
  • Melanesia-Polinesia-América. También habrían utilizado balsas primitivas. El antropólogo francés Paul Rivet, quien planteó esta teoría en 1943, dijo que el hombre americano es de origen multirracial, por lo que no negaba otra ruta de inmigración. Esto fue contrario a los planteamientos de Aleš Hrdlička y Mendes Correia, quienes sostenían que la procedencia era de una sola raza.
  • Europa-Océano Atlántico-América. Remy Cottevieille-Giraudet documentó entre 1928 y 1931 la hipótesis del origen europeo (Cro-Magnon) de los "pieles rojas" (algonquinos). En 1963, Emerson Greenman planteó la ruta hipotética de la migración europea a América durante el paleolítico superior y el origen europeo de los beotucosde Terranova. Bruce Bradley y Dennis Stanford replantearon en 1999 la existencia de esa migración basados en las similitudes entre la industria lítica solutrense, y la Cultura Clovis, refrendados en las investigaciones de ADN mitocondrial realizadas por Michael Brown. La teoría, conocida como la Solución solutrense, supone que antiguos habitantes de Europa Occidental navegaron por el Atlántico de la era glacial, desplazándose entre los hielos flotantes, de manera parecida a la de los esquimales, hasta alcanzar la costa occidental de América del Norte.
  • En 1950, el español radicado en Argentina Salvador Canals Frau propuso la hipótesis de cuatro grandes corrientes pobladoras: a pie por Beringia, navegando en canoas por las Islas Aleutianas, navegando a través del océano Pacífico para desembarcar en Mesoamérica y navegando a través del océano Pacífico para desembarcar enSudamérica.46
  • Migración seguida de extinción: Bien podrían haber ocurrido una o varias migraciones hace 40.000 años o aún más antiguas, que hubieran dejado trazas aisladas de esta presencia, pero con el resultado de que esos grupos se hubieran luego extinguido antes o contemporáneamente a oleadas humanas posteriores. Respecto de esta razonable hipótesis no existen confirmaciones concluyentes, aunque ciertamente ello en cierto sentido permitiría compatibilizar la diversidad de teorías hasta ahora manejadas.

Algunas conclusiones provisionales[editar]

Más allá de los debates en marcha y la gran cantidad de preguntas y contradicciones que se presentan en el debate científico actual es posible realizar algunas conclusiones precarias:
  1. Es altamente probable que el hombre americano primitivo proceda del continente asiático, especialmente de las estepas siberianas o de la región del Sudeste asiático. Las semejanzas entre grupos poblacionales asiáticos de esas regiones y la mayoría de los aborígenes americanos ha sido objeto de análisis. De todos modos el hecho de que las dataciones de máxima antigüedad que cuentan con consenso de la comunidad científica, Clovis (EEUU, 12.900-13.500 adP) y Monte Verde (Chile, 14.500 adP), se encuentren simultáneamente en América del Norte y en el extremo sur de América del Sur impide sacar una conclusión definitiva sobre este punto. Sin embargo, estas fechas son aún muy recientes frente a otras fechas datadas en diversos lugares de América, que aún no cuentan con el consenso de la comunidad científica. Habrá que esperar que estos estudios se consoliden. Por ejemplo, entre las numerosas cavernas del nordeste de Brasil se encuentra una conocida como Toca do Boqueirāo da Pedra Furada, la cual cuenta con numerosas evidencias de asentamiento primitivo como instrumentos líticos. Sin embargo, se encontraron otros artefactos en cuarzo que son datados de hace 40.000 años. Semejante observación no es aceptada fácilmente por otros estudiosos que dicen que los cuarzos difícilmente tienen formas definidas que puedan ser consideradas manufactura y que no tiene sentido que los supuestos habitantes de la caverna hubiesen preferido el cuarzo a la piedra abundante del lugar. Las objeciones no restan los misterios que abre Pedra Furada y las excavaciones continúan. Pero aún más al sur, en Chile, las excavaciones de Tom Dillehay y otros muchos arqueólogos en Monte Verde revelan restos de comida e instrumentos que se datan de hace 12.000 e incluso 30.000 años. También Monte Verde es contestado por muchos como una de las más antiguas evidencias humanas en América, pero son más contundentes que las que existen en el hemisferio boreal del continente.47
  2. Las culturas prehistóricas y las civilizaciones de América se desarrollaron de manera aislada al resto del planeta.
  3. La Revolución Neolítica americana es original y carece de toda relación con la que se produjo en la Mesopotamia asiática.
  4. El Puente de Beringia desapareció hace 11.000 años (Scott A. Elias21 ) y, con la excepción de los esquimales, que mantuvieron ininterrumpidamente contactos comerciales marítimos de verano entre Siberia y Alaska,48 y con Groenlandia, no hay pruebas contundentes que permitan concluir definitivamente que los pueblosamerindios mantuvieron contactos con pueblos de otros continentes. Sin embargo, está plenamente probado que en 982 los vikingos comenzaron la exploración deGroenlandia y Canadá y, establecieron una aldea en L'Anse aux Meadows (Terranova); pero su penetración en el continente no fue significativa. Los científicos debaten varias evidencias del contacto de los polinesios con los indígenas americanos.49 Otras hipótesis, como la llegada de los fenicios, egipcios, griegos, hebreos, chinos yjaponeses gracias a sus habilidades marítimas, siguen siendo hipótesis de difícil demostración. Menos pruebas hay aún de una eventual presencia de amerindios en los demás continentes.